Prácticamente toda mi vida la he pasado en la escuela, (bueno, al menos una parte del día y a veces estudiando) acabo de terminar mi segunda licenciatura y desde hace un tiempo he impartido clases en casi todos los niveles. Hay varias razones por las que no me he despegado de las escuelas, primero me gusta el ambiente entre compañeros, maestros y alumnos, dos me gusta aprender cosas y por último, no me atrae trabajar muchas horas (porque afrontémoslo, el trabajo generalmente lo único que produce es dinero y a últimas fechas no mucho). El motivo de estudiar una segunda carrera y no una maestría o algo similar es también la razón por la que escribo el día de hoy.
En aquel momento no sabía que elegir y haciendo caso a la sabiduría de mí madre (cosa que no le aconsejo a nadie) me enrole en la carrera del futuro, que también me permitiría obtener buenos ingresos. Pero como dije anteriormente, un trabajo donde el único beneficio es el dinero, al menos para mí, no funciona. Eso si me divertí mucho, conocí todas las playas cercanas, practique muchos deportes y lo mejor de todo desarrolle un método que me permitió hacer todo eso sin mucho esfuerzo escolar. Mi idea en aquel entonces es que había dos tipos de materias: pocas que son fundamentales y donde hay que aprender y las otras que solamente hay que preocuparse por sacar una buena calificación.
Ahora que miro hacia atrás me doy cuenta de que no es así, (ojala hubiera aprendido todo lo que vi desde pre-escolar) pero también me doy cuenta que las clases no deben ser tan aburridas, que lo programas no son adecuados, que se cortan procesos y habilidades del individuo buscando el “bien común” y tantas cosas más; fundamentalmente, que necesitamos transformar la educación. (No sean tan duros conmigo… miren atrás o a los lados y realmente digan si es o no necesario)
Voy a exponer un poco como surge ésta loca idea.
Como dije, saliendo de la prepa no sabía que estudiar porque mis deseos y lo que muchos decían que era importante no empataban. Esto fue más claro en mi etapa de profesor, platicando con un alumno de la carrera de Ingeniería Mecánica, me comentaba que lo que realmente le gustaría hacer era dedicarse a la música, y cuando le pregunte el porqué no lo hacía desde ese momento me respondió algo que me sonó muy familiar. - Sí, lo voy a hacer… ahora que termine mi carrera y consiga un buen trabajo, tendré dinero para dedicarme a hacer lo que me gusta.
En ese momento comencé a recordar incidentes como ese y pude acomodar varias piezas de un rompecabezas que se venía armando en mi cabeza. Comencé a investigar y me encontré con libros que reúnen prácticamente todo lo que llevaba un tiempo atrás imaginando.
Con una base más solida de lo que se requiere para generar un proceso educativo diferente, comencé a desarrollar un proyecto para llevarlo a cabo, hace unos días renuncie a mis antiguas clases y espero poder echarlo a andar pronto. La mejor parte es, que no se siente como trabajo; ni la investigación y los libros leídos se sienten como cuando estaba en la escuela. Es más, al estar pensado como parte de un proyecto artístico… hasta me parece divertido.
Finalmente la idea general de la transformación educativa, del libro y de mi proyecto es transmitir la idea de que cuando hacemos algo que realmente nos gusta no importa el tiempo ni el esfuerzo… lo hacemos. Para esto, necesitamos encontrar dentro de nosotros (de los niños y jóvenes) esa actividad para la que somos hábiles y que disfrutamos hacer.
No todo en la vida son matemáticas y español, no existe un solo tipo de inteligencia (de esa que saca 10 en los exámenes) cada persona tiene un tipo de inteligencia distinta y habilidades que puede desarrollar. Lamentablemente la educación que conocemos se centra en solamente un tipo de inteligencia: la académica, dejando de lado el desarrollo de muchas más.
Termino con un fragmento del libro que ilustra la idea general, además de la liga de donde lo encontré.
- Gillian era una niña que todos sus maestros consideraban problema, sus calificaciones y su conducta comenzaron a preocupar a todos, no ponía atención, se levantaba e interrumpía constantemente las clases. Cuando tenía 8 años, llamaron a sus padres y les dijeron que Gillian tenía un problema de déficit de atención y que debería ser enviada a una institución especial. Esto sucedió en los 30s.
Preocupada la llevaron con un psicólogo y en la primera cita el doctor se dedico a escuchar a su madre y todos los problemas que la escuela mencionaba. Después de un tiempo el psicólogo le dijo a Gillian que él y su madre tenían que salir por un momento. Antes de dejar el cuarto, el doctor encendió la radio de su oficina y dejaron a la niña sola. Justo un instante después de que se cerró la puerta, Gillian se levantó, comenzó a moverse y a bailar por toda la oficina. Asombrados por lo que había pasado, el doctor dio su diagnostico.
-Señora, Gillian no está enferma… es bailarina. Inscríbala en una escuela de danza.
Su madre lo hizo y la pequeña niña se convirtió en Gillian Lynne, bailarina profesional y una de las mejores coreógrafas de Broadway, con trabajos como Cats y el fantasma de la opera.
The Element. Audio libro en ingles
http://www.heroturko.org/ebooks/audio-books/611411-the-element-how-finding-your-passion-changes-everything-by-ken-robinson-phd-lou-aronica.html
PD1. Si lo encuentran en español… pues pasen la liga.
PD2. Si tienen una escuela y quieren probar estas ideas, echamos a andar el proyecto.
PD3. Otros modelos de escuelas que se quieren apoderara de NY
PD3. Aun sigo desempleado, pero con más trabajo que nunca.
Felicidades a tu madre por tener a un idealista en casa.... aunque no a de estar muy feliz por gastar tanto en tu educacion para que al final de cuentas te diera por no trabajar ni aprovechar lo aprendido, lo malo es que el tiempo pasa y cuando te das cuenta los estudios estan oxidados y ya no te sirven para competir con la nueva oleada de jovenes nuevos que tienen toda la carga por delante...espero que tu plan funcione y no trabajar te resulte....mucha suerte¡
ResponderEliminarjajaja... gracias. Pasare tus saludos a mi madre. Y si... hasta el momento ha funcionado bien.
ResponderEliminarY creo que no fui muy claro en algunas cosas… es verdad, no me gusta trabajar… pero lo digo en el sentido que Enrique Guzmán comento el pasado fin de semana en una entrevista. Cuando le preguntaron sobre su larga trayectoria de cantante y sobre cómo se sentía después de trabajar tanto tiempo… él respondió... ¿Trabajar, yo? Yo nunca he trabajado, esto que hago es diversión. Ojala todos podamos encontrar esa actividad que nos permita olvidarnos del trabajo para siempre.
La otra idea que me resulta un poco rara, es la de competir… ¿Qué pasaría si cambiamos competir por COMPARTIR? Al menos es una idea que en La Agencia tratamos de implementar. Aun no sabemos que pueda resultar.
Gracias y saludos.